BIENVENIDO AL MUNDO DE LOS SUEёOS, DE LAS HISTORIAS QUE NACEN DE LA VIDA COTIDIANA, LA SOLEDAD Y LA FANTASÍA

12 febrero, 2006

CARTA DE AMOR IV

Verónica:

Si te escribo esta carta es porque siento que entre nosotros quedaron muchas cosas pendientes, situaciones que no se aclararon, especialmente de parte tuya.
Lo primero que me gustaría decirte es que yo era sumamente feliz contigo, después de doce años divorciado, había hecho un compromiso matrimonial y estaba dispuesto a formar una familia.
Es cierto que yo tengo hijos, aprovecho de decirte que ellos también te querían mucho, aun así, estaba feliz con la idea de tener hijos contigo.
Es verdad que nunca he sido un tipo muy organizado, que siendo artista, me cuesta mucho lo económico, lo cotidiano, y que contigo estaba aprendiendo a hacerlo, es verdad también que le estabas dando un giro a mi vida, sin embargo la situación rebasó los límites de lo que para mí es aceptable.
Muchas veces me hablaste de Esteban, tu amigo del alma, ¿sabes? Yo soy "normalmente" celoso, no soy una persona que me ande imaginando situaciones, por eso, en este tiempo que estuvimos juntos, un año y medio, que para mí no es poco, nunca sentí celos de él, nunca me imaginé cosas ni te creí capaz de lo que hiciste.
Dicho de otro modo, si tú hubieses estado comprometida o casada, yo habría aceptado la situación, ya que el amor que por ti sentía, me habría bastado para mantenerme a tu lado, aunque hubiese sido en forma “clandestina”.
Si por el contrario, una vez estando conmigo te hubiese gustado otro hombre y me lo hubieses dicho, creo que también habría podido aceptarlo, habría esperado a que estuvieses más clara en tus sentimientos, sin sentirme maltratado.
Pero lo que pasó aquella tarde me superó totalmente.
Sabes lo que más me duele, es sentirme estúpido, sentir que te burlaste de mí.
Aquella tarde, cuando dijiste que te ibas para tu casa, algo me vibró mal, y si te seguí a la casa de Esteban, no fue por celos, fue por curiosidad. Ver tu automóvil estacionado frente a su casa más de cuatro horas me extrañó, esperé con paciencia, cuando te fuiste a eso de la medianoche, me armé de valor y golpeé su puerta, al abrirme se sorprendió, me preguntó que hacía a esa hora en su casa, le contesté que sentía curiosidad, legítima curiosidad de un hombre que no entiende que su novia, futura esposa, haya estado de visita en su casa tanto rato.
Fue allí que empezó la pesadilla, si él hubiese actuado como amante secreto, me hubiese mentido, me hubiese dicho algo así como: “no es lo que tú piensas” o cualquier otra cosa, la situación habría sido soportable, pero, escuchar de sus labios, que tú eras su novia, que estaban juntos hace un año y medio, y que pensaban casarse, fue para mí un balde de agua fría.
Ah, cuando yo le conté lo nuestro, él también se puso a llorar.

5 Comments:

Blogger Trenzas said...

Cuatro situaciones muy bien expuestas.
Es que los humanos somos así, como lo cuentas, con el punto necesario de absurdo que también nos adorna.
La segunda, la he sentido cercana. No me pasó a mí, aunque bien pudiera que nadie está libre, sino a un amigo de mi familia.
Ya se le ha pasado, pero le dolió mucho ese detalle del perro :DDD
Un abrazo

lun feb 13, 07:19:00 a. m. 2006  
Blogger Angélica said...

Buena tu tetralogía... me escribirias una carta?...

Gracias por tus visitas siempre son agradables

lun feb 13, 02:44:00 p. m. 2006  
Blogger Nidesca said...

mejor las lágrimas al "no es lo que tú piensas".

mejor los celos al no sentir (ahora mismo amo y temo).

mejor el dolor a vivir prisioneros en una burbuja construida por una verdad no compartida.

saludos.

lun feb 13, 05:08:00 p. m. 2006  
Blogger Xi said...

Joder con las traiciones. Lo terrible es que nunca son como uno espera que sean... Buena la estrategia, pero entre nos, ¿qué tal era el Esteban ese? ;)

Besitos.

mié feb 15, 04:04:00 p. m. 2006  
Blogger WILHEMINA QUEEN said...

Me encanta el género espistolar, me parece tan íntimo, tan revelador, tan liberador, tan tan INMENSO, realmente te felicito. Te sigo con mucho placer!

vie feb 24, 09:42:00 a. m. 2006  

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